Walnut - Nogal

Las manzanas y los frutos secos recogidos en otoño forman parte habitual de las fiestas que tienen lugar en la estación fría del año. En los países angloparlantes se regalan manzanas y frutos secos a los grupos de niños disfrazados de brujas fantasmas que llaman a las ventanas y puertas de las casas la noche de la víspera de Todos los Santos, Halloween, que correspondería a la antigua fiesta de los difuntos, Samain. Si no se agasaja a los «difuntos» que llaman a la puerta de la casa, éstos se vengarán con bromas.

El viejo y sabio Papá Noel también trae manzanas, nueces y varitas de avellano cuando sale del «más allá», del oscuro bosque de abetos o del polo norte, para indicarle a los hombres el camino hacia la luz. Sus regalos son símbolos de la renovación y la fertilidad, gérmenes de vida que se salvan a lo largo del invierno.

Nuestros antepasados asociaban la renovación de la vida la superación de la muerte particularmente con el avellano. Sin embargo, cuando los romanos trajeron un «fruto seco extraño» de mayor tamaño que la avellana, las creencias populares transfirieron muchos de sus significados a la nuez.

En el nogal (Juglans regia) nos encontramos nuevamente con una planta en cuyo simbolismo se pone de manifiesto a entretejedura de la vida y la muerte. En los tiempos en que los hombres eran más clarividentes, la nuez estaba rodeada de numerosos tabús y formaba parte de ritos y ceremonias. Hay un algo inquietante, un algo oscuro en el aura del nogal. En Oriente Próximo se lo considera un árbol de los difuntos que se planta en los cementerios. En el norte de Europa, en cambio, se suele plantar cuando nace un niño, como se puede leer, por ejemplo, en el Werther de Goethe.

En la región mediterránea se lo considera un árbol peligroso, embrujado, bajo cuyas sombras bailan las novias del diablo y se reúnen con los poderes oscuros. Al mismo tiempo, según el principio de combatir lo semejante con lo semeante, los habitantes de los países meridionales colocan ramas de nogal en sus ventanas para protegerse contra los 'hechizos de las brujas. También llevan colgada una nuez para defenderse contra el mal de ojo. Plinio, el estudioso romano de la historia natural, ya advertía contra la sombra de este árbol. Dormirse bajo el nogal puede provocar intensos dolores de cabeza, si no algo más grave, en determinadas circunstancias podría ser incluso mortal. ¿Acaso no desprende este árbol emanaciones venenosas que ahuyentan a los insectos y matan a las plantas que crecen a su alrededor?