Las hojas, los frutos y el aceite extraido de las semillas.
* Hojas: Derivados polifenólicos: antocianósidos, leucoantocianósidos, flavonoides (rutósido, quercitrósido, isoquercitrósido, kenferol, luteolol). Taninos gálicos y catéquicos.
Frutos: abundantes glúcidos (glucosa) y ácidos orgánicos.
Semillas: 15-20% de ácidos grasos insaturados.
* Hojas: Venotónico, vasoprotector, astringente, diurético.
Frutos: Vitamínico, reconstituyente.
Aceite de semillas: Hipolipemiante.
* Hojas: Varices, hemorroides, flebitis, edemas, fragilidad capilar, oliguria, diarrea, dismenorrea, metrorragias. En uso externo: varices, blefaritis, conjuntivitis, cuperosis.
Frutos: Convalecencia.
Aceite de semillas: Hiperlipemias, prevención de la arteriosclerosis.
No prescribir formas de dosificación orales con contenido alcohólico a niños menores de dos años ni a consultantes en proceso de deshabituación etílica.
Tener en cuenta el contenido alcohólico del extracto fluido y de la tintura.
Uso interno:
* Infusión de hojas: Una cucharadita de postre por taza. Infundir 10 minutos. Tres tazas al día, después de las comidas.
* Extracto fluido (1:1): 50 gotas, 1-4 veces al día.
* Tintura (1:5): 50-100 gotas, una a tres veces al día.
* Extracto seco (5:1): 300 mg, 1-4 veces al día.
* Frutos: Uso alimentario. Es frecuente, en medios naturistas, su utilización en forma de curas para combatir problemas reumáticos, gota o enfermedades cardiorrenales.
* Aceite de semillas: Varias cucharadas soperas al día, o en sustitución de mantequilla y otros aceites.
Uso externo:
* Infusión (hojas): Una cucharada de postre por taza. Infundir 15 minutos. Aplicar en forma de lavados, colirios o baños oculares.
* Decocción: 60 a 80 g de hojas por litro de agua. Hervir 15 minutos. Aplicar en forma de pediluvios o baños. Para aliviar las molestias producidas por las varices, recomendamos prescribir baños de pies de temperatura alternante: 5-10 minutos en un recipiente con la infusión caliente, a continuación cambiar a otro recipiente con agua fría durante 5-10 segundos. Cambiar tres o cuatro veces, comenzando con la infusión (caliente) y acabando con el agua fría. Acto seguido es útil realizar un masaje de piernas, en sentido ascendente y descansar con las piernas elevadas.