El leño.
Aceite esencial (4-6%), rico en alcoholes terpénicos (90-97%) alfa y beta-santalol, fusanol; ácidos santálico y teresantálico.
Antiséptico con especial tropismo en vías urinarias y pulmonares, estimulante del sistema nervioso central. Diurético, venotónico, astringente. Se le atribuyen propiedades afrodisíacas.
Estados en los que se requiera un aumento de la diuresis: afecciones urinarias (cistitis, ureteritis, uretritis, oliguria, urolitiasis), hiperazotemia, hiperuricemia, gota, hipertensión arterial, edemas, sobrepeso acompañado de retención de líquidos.
Faringitis, bronquitis, enfisema, asma. Gastroenteritis, enterocolitis. Varices, hemorroides. En uso tópico: heridas, faringitis, parodontopatías.
Salvo indicación expresa, recomendamos abstenerse de prescribir aceites esenciales por vía interna durante el embarazo, la lactancia, a niños menores de seis años o a pacientes con gastritis, úlceras gastroduodenales, síndrome del intestino irritable, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, hepatopatías, epilepsia, Parkinson u otras enfermedades neurológicas.
No administrar, ni aplicar tópicamente a niños menores de seis años ni a personas con alergias respiratorias o con hipersensibilidad conocida a éste u otros aceites esenciales.
En dosis elevadas puede producir pirosis, sed intensa, náuseas y reacciones alérgicas (broncoespasmos).
Su uso como diurético en presencia de hipertensión, cardiopatías o insuficiencia renal moderada o grave, sólo debe hacerse por prescripción y bajo control médico, ante el peligro que puede suponer el aporte incontrolado de líquidos, la posibilidad de que se produzca una descompensación tensional o, si la eliminación de potasio es considerable, una potenciación del efecto de los cardiotónicos.
* Decocción al 5%. Tres a seis tazas al día.
* Aceite esencial (ver apartado de precauciones): 2 a 5 gotas, 1 a 3 veces al día, sobre un terrón de azúcar. Cápsulas: 25 a 50 mg/cáps, 4 a 6 al día. Supositorios: 0,1 a 0,4 g de aceite esencial por supositorio, 2 a 3 al día (se recomienda impregnar el ano con vaselina filante, para evitar picores).