El maná (jugo obtenido por incisión de la corteza).
Manitol (55%), hexosas, manotriosa, exatetrosa (estaquiosa), resina, heterósidos cumarínicos: fraxósido, esculósido.
El maná se comporta como laxante suave, si bién puede ser purgante a dosis elevadas. Además es diurético osmótico, antiinflamatorio y venotónico.
Especialmente indicado, por lo suave de su mecanismo de acción, para tratar el estreñimiento de niños y ancianos.
Varices, flebitis, hemorroides.
Estados en los que se requiera un aumento de la diuresis: cistitis, ureteritis, uretritis, oliguria, urolitiasis, hiperazotemia, hiperuricemia, gota, hipertensión arterial, edemas, sobrepeso acompañado de retención de líquidos, edemas asociados a insuficiencias venosas.
Estenosis esofágica, pilórica o intestinal.
Su uso como diurético en presencia de hipertensión, cardiopatías o insuficiencia renal moderada o grave, sólo debe hacerse por prescripción y bajo control médico, ante el peligro que puede suponer el aporte incontrolado de líquidos, la posibilidad de que se produzca una descompensación tensional.
El maná puede administrarse, diluido en agua, leche o jugo de frutas, en dosis variables según la edad: Hasta tres años: 5 a 10 g/día; de tres a cinco años: 15 a 20 g/día; mayores de cinco años: 25 a 30 g/día; adultos: 50 a 60 g/día.