Las ramas, con hojas.
Planta poco estudiada. Contiene derivados antraquinónicos y saponósidos.
Usado popularmente como hipotensor, hipoviscosizante plasmático (para "rebajar la sangre"), antiséptico, "depurativo o detoxicante" y antiodontálgico. Se desconocen los principios activos responsables de tales acciones farmacológicas.
Hipertensión arterial, hiperlipemias, prevención de la arteriosclerosis y tromboembolismos, odontalgias.
Abdomen agudo, ileo paralítico, obstrucción de las vías biliares. Embarazo (por el efecto oxitócico de los derivados antracénicos), lactancia (al pasar a la leche materna puede provocar diarreas en los lactantes), niños menores de seis años. Menstruación, estados inflamatorios intestinales o uterinos, cistitis. Hemorroides (resulta irritante, aunque frecuentemente se considera una indicación al provocar la defecación y reducir la presión sobre el paquete hemorroidal). Insuficiencia hepática, renal o cardíaca, tratamiento con cardiotónicos (la hipopotasemia puede potenciar su acción).
Dosis excesivas o su uso en personas con una mayor sensibilidad a la droga, pueden producir cólicos intestinales y vómitos.
La ingesta crónica de derivados antraquinónicos puede conducir a la destrucción de los plexos nerviosos intramurales del colon, causando el denominado colon catártico: un intestino grueso atónico y desprovisto de haustras, de aspecto tubular similar al de la colitis ulcerosa de larga duración. Frecuentemante se acompaña de melanosis rectocólica. El abuso de laxantes puede también determinar diselectrolitemia*la hipopotasemia es especialmente peligrosa en cardiópatas, esteatorrea leve y enteropatía perdedora de proteínas.
Para el tratamiento del estreñimiento crónico o habitual, recomendamos recurrir a los laxantes mecánicos, e introducir las moficicaciones necesarias en la dieta y los hábitos.
Decocción, al 2-3%. Hervir cinco minutos. Una taza en ayunas. Tratamientos discontinuos.