Las semillas.
Sales minerales: potasio, sodio, calcio, magnesio. Acidos orgánicos: cafeilquínicos o clorogénicos. TRIGOnelina, que se transforma en amida nicotínica durante el período de torrefacción. Cafeína: 0,10 a 0,25 g/taza, cafeona.
La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central, a nivel psíquico y neuromuscular. Las sales potásicas le confieren una acción diurética, reforzada por los ácidos clorogénicos, responsables de su actividad colerética y expectorante. Aumenta la motilidad gástrica y el peristaltismo intestinal. En aplicación tópica es lipolítico.
Astenia psico-física, hipotensión arterial, bradicardia, disquinesias biliares, estreñimiento, bronquitis, intoxicación por opiáceos, depresión cardiorrespiratoria.
Adiposidades localizadas (celulitis).
No asociar a tranquilizantes ni a otros estimulantes: ginseng, eleuterococo, nuez de cola, guaraná, mate, efedra, etc.
Insomnio, nerviosismo, taquicardia, palpitaciones. Por su contenido en alcaloides es aconsejable tomar de forma discontinua. Su uso prolongado produce adicción.
Es frecuente la inclusión de la cafeína en formulaciones antimigrañosas, al estar demostrado que aumenta la efectividad de los analgésicos. Por contra en tratamientos prolongados puede producir cefaleas como efecto rebote, además de crear dependencia.
* Infusión (5-7 g/l): una a dos tazas al día, después del desayuno y comida.
Tomar durante cortos períodos.
* Uso tópico: Cafeína o extracto glicólico (1:5), en geles o cremas lipolíticas.