Hojas.
Heterósidos cardiotónicos (0,05-0,1%): oleandrina, oleandrigenina, deacetiloleandrina, etc., cuyas geninas son, entre otras, la digitoxigenina y la gitoxigenina; flavonoides: rutósido, nicotiflorina; ácido ursólico. Heterósidos cianogenéticos.
A bajas dosis es cardiotónico, por la acción de los heterósidos de tipo cardenólido (efecto similar al producido por la digital y el estrofanto), y diurética (actividad reforzada por los flavonoides). Por vía externa es antiparasitario.
Actualmente en desuso. Se empleó para el tratamiento de la insuficiencia cardíaca congestiva, arritmia. Tópicamente: tiña y sarna.
Tratamientos con diuréticos eliminadores de potasio o con digitálicos, por la posibilidad de potenciación o inversión de su efecto.
Planta altamente tóxica por la presencia de heterósidos cardiotónicos y cianogenéticos, en proporción variable. DESACONSEJAMOS SU USO A DOSIS PONDERABLES.
La intoxicación es similar a la de la intoxicación digitálica: entre las 4-12 horas se producen alteraciones gastrointestinales acompañadas de náuseas y vómitos, despeños diarréicos sanguinolentos, vértigo, diplopia, ataxia, midriasis, excitación nerviosa seguida de depresión, polaquiuria y ulterior anuria, disnea, convulsiones tetaniformes y lesión del parénquima renal. El pulso se acelera en un primer momento y posteriormente se hace irregular, con extrasístoles y arritmia creciente; aparece taquicardia, fibrilación auricular y bloqueo. La muerte puede producirse a las 12-24 horas, por parada cardíaca.
La intoxicación más frecuente se debe al uso infantil de las ramas o los frutos para jugar; antiguamente se debía al uso de sus ramas como estaca para asar carnes.
Las plantas silvestres son más tóxicas que las cultivadas. Las semillas contienen más proporción de heterósidos que las hojas.
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