Francés: Préle des chames Alemán: Ackerschachtelhalmkraut Inglés: Corn horsetail Italiano: Equiseto dei boschi
Latín: Equisetum arvense L. (Equisetáceas)
Es una planta herbácea vivaz de 20 a 60 cm con tallos articulados y estriados, dotados de nudos rodeados por vainas foliares que concluyen en denticulaciones agudas. La cola de caballo tiene tallos estériles ramificados y tallos fértiles no ramificados y acabados por un cono esporífero de color pardo oscuro.
Esta planta crece en suelos húmedos temporalmente inundados en Eurasia, Norteamérica y algunos lugares de África.
Partes utilizadas:
Tallos estériles.
Oliguria, litiasis renal, edemas, cistitis, uretritis, prostatitis, reumatismo.
La cola de caballo es un buen estimulante de las defensas y remineraliza, en casos de tuberculosis, raquitismo, astenia. osteoporosis y para recuperar fracturas. La cola de caballo es indicada en casos de Hemorragias: hemoptisis, hematuria, epistasis, metrorragias y hemorroides. Es también adecuado su uso en anemias hipocrómica y por insuficiencia medular
Embarazo, ya que los alcaloides pueden inducir una acción anticolinérgica y oxitócica.
Polvo encapsulado: 0,5 a 1 g/cápsula, 2 a 3 cápsulas/día.
Decocto al 2%, hervir 5 minutos e infundir 30 minutos, toma 2 3 tazas/día de cola de caballo.
Extracto fluido, como hemostático
Extracto seco.
Por su contenido en alcaloides, la utilización por largos periodos puede acarrear desordenes nerviosos, disfagia, cefalea, tenesmo y pérdida de apetito.
Observaciones:
En forma experimental se ha probado que la cola de caballo, retarda el crecimiento neoplásico y la difusión de metástasis.