Los bebés Calc. phos. son irritables, necesitan atención constante y pueden ser lentos para aprender a caminar.
A medida que crecen se vuelven más sensibles y muchas veces no pueden enfrentarse a la escuela.
Pueden volverse fóbicos o desarrollar dolores de cabeza o de estómago.
A menudo parecen aburridos y desdichados y se ponen furiosos sin motivo real.
Los adultos Calc. phos continúan sintiendo el descontento y la desdicha que estaba presente en la infancia.
No pueden comprender qué les ocurre, qué los hace sentirse irritables e insatisfechos.
Aunque parecen amistosos y abiertos, constantemente se quejan de que nada sale bien.
Son inquietos, les disgusta la rutina, necesitan estimulación y tienen problemas para levantarse por la mañana.
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