La esponja se destacó por primera vez en la medicina en el siglo XIV, cuando se utilizó como tratamiento para el bocio producido por una deficiencia de yodo. Unos quinientos años más tarde se llegó a la conclusión de que la esponja contiene cantidades significativas de yodo y bromo, lo que explica su éxito en el tratamiento del bocio y otras afecciones tiroideas.
Spongia tosta La esponja fresca se tuesta para elaborar un remedio que se administra en los casos de inflamación de la glándula tiroides y tos.
Nombre vulgar Esponja
Fuente El mar Mediterráneo y otros.
Partes utilizadas Esponja tostada.
Por lo general, este remedio se emplea para tratar síntomas que derivan del bocio, como palpitaciones, falta de respiración y enrojecimiento. También se utiliza para los siguientes trastornos: tos aguda, seca y espasmódica; asma; y enfermedad cardíaca. Los síntomas asociados con estas afecciones incluyen una sensación de agotamiento y pesadez después de un esfuerzo mínimo, palpitaciones violentas con dolor agudo en el pecho, similar al de la angina, rostro o cuello enrojecidos, y una sensación de ahogo que suele despertar a la persona poco después de la medianoche.
También se administra en los casos de laringitis con sensación de sequedad y ardor de garganta, que es sumamente sensible al tacto. Resulta especialmente útil cuando existen antecedentes familiares de tuberculosis o afecciones torácicas.
Los síntomas mejoran Al sentarse en posición erguida; con bebidas y alimentos calientes.
Los síntomas empeoran Con el movimiento; al tocar las zonas afectadas; al hablar; al acostarse con la cabeza baja; con alimentos dulces y bebidas frías.
Ver tipo Constitucional Spongia