El opio ha sido utilizado como analgésico desde los tiempos de los griegos y los romanos. Imita la acción de sustancias químicas que existen naturalmente en el cerebro, llamadas endorfinas, que ayudan a inducir el sueño y a crecer una sensación de bienestar. En la medicina ortodoxa se utilizan derivados como la morfina y la codeína.
Papaver somniferum Las flores varían del blanco al rojo púrpura. De las cápsulas de las semillas aún verdes se extrae un jugo lechoso.
Nombre vulgar Adormidera de opio.
Fuente Crece en Asia, Turquía, Irán y la India.
Partes utilizadas jugo lechoso disecado de las cápsulas de las semillas aún verdes.
El opio se utiliza para dos clases de estados mentales que pueden producirse después de un susto o shock, como la muerte de un ser querido. Uno es la apatía y la indiferencia. como si los sentidos hubieran quedado embotados; la persona no se queja. El segundo es un estado de sobreexcitación con insomnio grave. El sentido del oído es tan agudo que resulta posible oír cosas como el caminar de los insectos.
El remedio también se administra en los casos de estreñimiento y problemas respiratorios, como la respiración irregular. Resulta muy beneficioso después de un ataque de apoplejía y en los casos de delirium tremens provocados por la abstinencia del alcohol.
Los síntomas mejoran En un entorno frío: con el movimiento. Los síntomas empeoran Con el calor: durante y después del sueño.