El caminante podrá descubrir ramilletes enteros de estrellas blancas como la leche en campos y prados secos, en los bordes de los caminos y sobre todo en los viñedos. Estas flores tienen un parecido con las flores del ajo silvestre (allium ursinum), pero las cortas umbelas sólo llevan entre seis y diez flores, y faltan las hojas anchas. Observadas con más detenimiento se descubre que los seis pétalos presentan una raya central de color verde oscuro en la parte externa. Del centro de la estrella, que sólo se abre los días cálidos y soleados de mayo a junio, sale una pequeña «corona» con seis «puntas» que presentan motas amarillas en los extremos. Se trata de los pétalos que rodean un ovario súpero de tres hojas junto con el estilo y el estigma. Las insignificantes hojas se parecen a la hierba y brotan en otoño, cuando hace más humedad. Las hojas de nervadura paralela llevan una raya central delgada, blanca.
Esta hermosa flor (Ornithogalum umbellatum) se conoce con el nombre de leche de gallina o señora de las once, y es una liliácea, como lo son, entre otras muchas, los jacintos, los tulipanes, el cólquico, la quitameriendas, el ajo, la cebolla, el espárrago. La planta debe su nombre latino de especie, umbellatum (umbella = sombrilla, umbela), a que las flores se hallan arracimadas en el extremo de un tallo que tiene una longitud aproximada de 15 cm.
El nombre genérico Ornithogalum significa «leche de ave» (griego, ornis, ornithos = ave, gala = leche). Es un nombre acertado, ya que la delicada flor posee algo ligero, y algo puro e inocente como la leche fresca. En el lenguaje de los terapeutas florales de Bach se ha impuesto la denominación «estrella de leche dorada», nombre que hace referencia al aura pura y perfecta de la flor. Esta planta es originaria de la región mediterránea y se ha ido extendiendo más allá de los Alpes. Esta liliácea está muy difundida en Oriente Próximo, la Tierra Santa. Allí es tan frecuente que sus bulbos redondos se pueden adquirir en todos los bazares, desde Damasco hasta El Cairo. Desde la Antigüedad, el bulbo se come crudo, se seca o se tuesta como las castañas.286 La leche de gallina está claramente relacionada con la paloma blanca que antaño era venerada como el ave de Istar, Astarté, Venus y otras diosas, que más tarde el cristianismo convertiría en símbolo del Espíritu Santo y de la Inmaculada Concepción, y que actualmente es el símbolo de la paz.