Mimulus es una típica escrofulariácea, como lo son la dedalera (digital), la eufrasia, la calceolaria, la escrofularia, la boca de dragón y muchas otras. Todas ellas son herbáceas y no se combinan demasiado bien con lo mineral-terroso, y todas florecen abundantemente con gran variedad de colores que incluso pueden resultar estridentes. Muchas tienen gargantas profundas como si quisieran tragar aire y comenzar a respirar. Su fuerza vital etérea es lo bastante fuerte para atrapar el fuego astral durante el proceso de floración. Este no penetra hasta las hojas, el tallo y la raíz, como sucede con las solanáceas o euforbiaceas, cuyas hojas y brotes se contraen y llenan de alcaloides.
A pesar de ello, muchas escrofulariáceas son venenosas. Contienen glucósidos, saponinas y principios amargos que actúan sobre el sistema rítmico (corazón, pulmón, circulación de la sangre), sobre las glándulas y los órganos excretores, de ellas se extraen numerosos medicamentos habituales. Mellie Uyldert, una mujer sabia de los Países Bajos, gran experta en la botánica de las hierbas y las fuerzas de la naturaleza, piensa que los problemas relacionados con el corazón, pulmón, glándulas y otros órganos son causados por trastornos emocionales. La frustración, la decepción. la falta de amor, la incapacidad de expresarse o de manifestar las emociones, provocan la formación de venenos que actúan sobre el cuerpo. Las escrofulariáceas proporcionan los antídotos. Los estrechos labelos (boca de dragón, linaria) recuerdan los labios apretados de las personas de carácter reservado. Las flores redondas de la escrofularia recuerdan las hemorroides y alivian estos trastornos emocionales. La eufrasia es un medicamento eficaz para ojos que no son capaces de llorar sus penas. Las flores de las candelarias, abiertas y amables, abren los pulmones, que es el órgano de las emociones. La digital roja ayuda a devolver el ritmo a los corazones bloqueados. El mímulo puede englobarse dentro del grupo de las escrofulariáceas que actúan sobre el alma, pero no ejerce su acción a nivel bioquímico sino en el plano de las vibraciones etéreas.