En la medicina popular europea la ceratostigma es una planta en gran parte desconocida. Sólo en algunas regiones de Francia, donde la planta se ha aclimatado bien, se empleaba su raíz amarga para tratar el dolor de muelas: los dientes, así como los huesos y las durezas, están regidos por Saturno. El nombre francés de la planta, dentalaire, viene dado por esta utilización. Se ha demostrado además que la ceratostigma posee propiedades inhibidoras del desarrollo microbiano.
La medicina ayurvédica de India prepara toda una serie de remedios a partir de distintas especies de ceratostigma emparentadas (Plumbago indica y Plumbago zeylanica, en sánscrito, chitrakam). Las propiedades desecantes, caloríficas y astringentes de la planta se emplean, entre otras cosas, para los trastornos digestivos, los gusanos y tumores, la obesidad, los edemas y como vesicantes.
Se sabe poco acerca del papel que desempeña esta plumbaginácea en la medicina y el folklore tibetanos. No obstante, sin tener que recurrir a la ayuda de un etnobotánico, los herbolarios podrán saber numerosas cosas en base a la fisiognomía y aspecto de esta planta. El color azul celeste de la flor, con sus brácteas espinosas de color pardo, el sabor agrio de la raíz y los lugares rocosos y secos donde crece la planta, revelan claramente la influencia de Saturno.
En el extremo inferior de la escalera planetaria, la Luna delimita claramente la frontera entre el ámbito vital terrenal y el ámbito astral (anímico) de las influencias planetarias. Asimismo Saturno, el planeta visible más distante, situado en el extremo superior de la escalera, representa la zona de transición que lleva desde los planetas al ámbito de los arquetipos mentales que residen en las estrellas fijas. Saturno ocupa el puesto más distante del aquende y guarda el umbral al más allá.'s A los seres mortales les parece un cruel segador, un esqueleto que lleva un reloj de arena y que vuelve a arrebatar todo lo creado.
Al mismo tiempo es también meditativo y maduro, escucha el vacío del más allá y percibe allí su voz interna que resuena desde las profundidades cósmicas y espirituales. De los arquetipos recibe las intuiciones, las semillas del espíritu, que adoptarán una nueva forma en la materia.
En el simbolismo de la Edad Media, la esfera de Saturno, representada por el manto azul de la diosa del cielo María, engloba todo el sistema solar. El azul es el color de la profundidad del espacio, de la lejanía, del misterio que no puede ser desentrañado con la razón terrenal: el «milagro azul». Se es «azul» cuando ya no se posee el dominio sobre los sentidos terrenales. El azul representa la melancolía de Saturno y, de vez en cuando, también es el color del luto y de la muerte.